La mochila de la inflación queda para el próximo

La batalla contra la inflación es una mochila agobiante que el kirchnerismo ha decidido dejarle al próximo presidente. Después de la manipulación de los índices oficiales, que comenzó a fines del 2006, el Gobierno ha ido mostrando algunas iniciativas a modo de maquillaje pero esquivando siempre la decisión central: la de consensuar un esquema de precios y salarios con los empresarios y los gremios que plantee metas paulatinas de baja en la variable que más perjudica a los asalariados.

Los precios cuidados a cargo de militantes rentados y el promocionado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para volver a medir la inflación según parámetros algo más serios fueron los últimos intentos de mostrar resultados contra una suba de precios que ha superado largamente el 30% anual según los registros privados hasta de los economistas más cercanos al kirchnerismo.

Pero si algo faltaba para certificar que la inflación es un caso perdido, era la designación de Norberto Itzcovich al frente del Indec. Es el hombre que Guillermo Moreno eligió para custodiar la manipulación de las cifras durante un lustro el mismo que ahora promueve Axel Kicilloff para que quede claro que la escalada inflacionaria será una de las marcas económicas por las que se recordará a esta gestión junto con el déficit fiscal y el cepo al dólar.

Temas relacionados
Más noticias de Inflación
Noticias de tu interés