Cristina quiere mudar la Capital y se apoya en la épica alfonsinista

Hace 28 años, el día en que Raúl Ricardo Alfonsín prometía llevar la capital a Viedma, los rionegrinos nos sentimos importantes. En la centenaria disputa entre Capital e Interior, Unitarios y Federales, porteños y provincianos, el primer Presidente de la recuperada Democracia proponía mudar la Capital Federal a una región con necesidades de desarrollo y crecimiento, proponía descentralizar la administración pública y ponía la mirada nada menos que en la casi siempre postergada Patagonia.

En los últimos tiempos la idea la retomó con épica quijotesca el diputado bonaerense Julián Domínguez, número tres en la sucesión presidencial. Su propuesta incluye una reforma constitucional amplia complementaria a la de 1994 y en su plan la Capital sería la ciudad de Santiago del Estero. Domínguez sueña además con ser Presidente de la Nación, se sabe.

Lo que sorprendió fue que su iniciativa fuera avalada este lunes en público por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que en el mismo momento en que pronunciaba su adhesión bendecía en simultáneo a Gerardo Zamora, el ex radical y vicepresidente provisional del Senado, número dos en la línea de sucesión y ex gobernador de Santiago del Estero y a Domínguez, que ya no pregona en el desierto de las quimeras políticas.

¿Domínguez será su delfín en las presidenciales del 2015? ¿Las divisiones en el peronismo la acercan cada día más a los santiagueños?, se preguntaron algunos que oyeron el discurso presidencial. Pero otros saben que también le hace guiños a Florencio Randazzo, que ya no se piensa en Axel Kicillof como candidato pero que probablemente no será ninguno de todos ellos el elegído de Cristina.

"Es necesario comenzar a pensar su reubicación más al centro del país", dijo ella en Santiago del Estero sobre la capital argentina. A su lado sonreía y recibía elogios la gobernadora Claudia Ledesma Abdala, esposa del senador Zamora. "Es una idea, tenemos que pensarla y estudiarla porque hay una necesidad de rediseñar al país estratégicamente", agregó justo después de haber pedido que la oposición el mensaje fue para el radicalismo apoyara en el Congreso el nuevo canje. Recordó, en ese contexto, al ex presidente Raúl Alfonsín y su participación en el lanzamiento de la reestructuración de la deuda que tuvo lugar en la Casa Rosada. Y dijo, casi como pidiendo reciprocidad: "Néstor y yo apoyamos firmemente" el plan de Alfonsín a mediados de los 80.

La UCR le respondió y es evidente que solo Zamora la acompañará en el final de su mandato. Picó en punta nada menos que Julio Cobos, el ex vicepresidente radical de Cristina, quien pidió resolver los temas inmediatos y dejar para después asuntos como el traslado de la Capital. No habló en contra pero no lo tomó en serio.

"Vengo a apoyar para que esto siga adelante, para que esta Santiago del Estero no se detenga", arengó también la Presidenta y la frase no fue nada casual. El próximo domingo habrá elecciones locales en Santiago del Estero y Zamora y su mujer apuestan a controlar todos los municipios. El énfasis y los esfuerzos están puestos en La Banda, la ciudad vecina a la capital provincial que le es esquiva al senador radical. Si ganan los Zamora, además, gana Cristina. Y en tiempos de crisis, lo necesita.

La bendición a la mudanza de la capital, como aquella vez para los rionegrinos, seguramente habrá sonado como bella música en los oídos en los santiagueños. Golpeados por la economía como el resto del territorio nacional, ¿influirá en su voto la propuesta?

Mientras tanto Domínguez cobró derechos de autor al justificar ayer su iniciativa. Señaló que el norte tendrá un gran desarrollo, que desde allí se irá a los mercados del Pacífico y que las grandes urbes están agotadas.

Probablemente para que el sur y el norte, existan, habrá que hacer mucho más que mudar una ciudad.

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