Es hora de dejar atrás el discurso y jugar de verdad

Después de haber dado un paso trascendente a favor de la negociación con los tenedores de deuda en default, lo que le resta a la Argentina ahora es negociar de verdad. El Gobierno se animó a bajar de cartel el relato belicoso de Patria o buitres, y le pidió respetuosamente al juez Thomas Griesa que suspenda temporalmente su sentencia para preservar el pago normal de los títulos reestructurados que vencen el próximo lunes.

La primera respuesta que encontró el Gobierno vino del fondo NML y fue una negativa, pero no cerrada. El demandante sostuvo que el el Ejecutivo no había comprometido nada de su parte para obtener un beneficio como el solicitado. Y dijo que el plazo real vencía el 30 de julio, con lo cual indirectamente estableció un período de negociación. Agregó que si había avances firmes y la Argentina fijaba una compensación que actúe como garantía durante este plazo, el stay podía ser repuesto.

En este contexto, antes que encerrarse en su discurso, la Argentina debería definir con qué cartas jugar, y empezar un diálogo reservado sin anteponer definiciones políticas. La rapidez con que se acuerde será directamente proporcional a la ganancia que generará en reducción del costo de endeudamiento y mejora de expectativas.