Espert: “De ninguna manera van a parar el dólar blue con la ley penal cambiaria

Para el economista José Luis Espert, es nula la posibilidad de que el Gobierno logre controlar el dólar blue gracias a una modificación de la ley penal cambiaria, una iniciativa que el oficialismo ya hizo saber que está analizando.

“En materia económica, el kirchnerismo es una mezcla de ignorancia supina y una cosa cavernícola: no entienden la libertad, creen que todo es negociaciones espurias, aprietes o piñas. De ninguna manera van a parar el dólar blue con la ley penal cambiaria”, respondió Espert cuando, por Radio Rivadavia, le preguntaron esta mañana por esa iniciativa.

“La última vez que hubo presos por hacer transacciones con el dólar blue fue con el Gobierno militar de (Roberto) Viola y algo con (Raúl) Alfonsín. Es una cosa que está en el pasado”, cuestionó y agregó: “No tenemos la fuerza ni la inteligencia para meter presos a los que matan por la calle y vamos a meter presos a los arbolitos”.

Espert apuntó que “el dólar blue en realidad es el único dólar libre que hay para el minorista”. Y habló de “la locura en la que ha entrado este país”, según él, “que se llama dólar blue o dólar negro al único dólar libre”. “Hemos criminalizado la libertad. Estamos tan locos que no sabemos que estamos locos”, añadió.

El economista insistió en que si el Gobierno logra frenar el alza del dólar blue “es porque hacen alguna cosa razonable” y no por una modificación a la Ley Penal Cambiaria.

Y aunque dijo que “a este Gobierno no se le puede pedir un cambio de 180 grados”, tiene que haber necesariamente “algunas mínimas modificaciones”, y mencionó como ejemplo que “un gasto público que crece al 50% por año como está creciendo en estos últimos 10 meses es una locura, es impagable, va a fundir al sector privado con impuestos y va a generar con la inflación una indigencia como nunca se vio”.

“Los verdaderos buitres son la oligarquía que vive del Estado, la clase política dentro de la cual está el gobierno kirchnerista”, se quejó y evaluó: “Luego de 10 años hemos terminado sin reservas, sin energía, con el agro fundido, fuera del mundo, la segunda inflación más alta del mundo, con los niveles de pobreza de los 80 y los 90. No estamos mejor que el promedio histórico, estamos mejor que en el 2001, eso es obvio y es una ridiculez ponerlo como comparación porque el 2001/2002 fue el peor momento de la historia económica argentina”.