Sarkozy y un consejo para la Argentina: “El control de cambio no es la respuesta a todo

El ex presidente de Francia aterrizó en Buenos Aires en donde dio una charla sobre economía y negocios. Algunos de los temas destacados: el Mercosur, la política cambiaria y la necesidad de que el país se integre al mundo.

“Un líder natural”. Con esta presentación hizo su entrada triunfal al auditorio de la Usina del Arte, en el barrio de La Boca, Nicolás Sarkozy, donde empresarios y periodistas esperaban su disertación. “El Mundo, la política y los negocios”, anunciaba el evento, patrocinado por el grupo RHUO.

De riguroso traje y acompañado por una extensa comitiva que incluía agentes de seguridad y asistentes, el ex presidente de Francia rompió el hielo en un auditorio colmado por consultores y periodistas que no paraban de fotografiarlo: “Me encanta estar en la Argentina, es un gran país”, afirmó seguro y descontracturado.

En este marco, lo que parecía ser una charla motivacional para empresarios, resultó ser un análisis sobre algunos de los temas más candentes en ámbito nacional. Pese a que pidió disculpas por no querer meterse de lleno en la polítca doméstica, las definiciones estuvieron a la orden del día. Así, el Mercosur y la necesidad de una mayor apertura economíca en un mundo globalizado fueron algunos de los items que sobresalieron en la ponencia del ex mandatario. Al ser consultado por el bloque regional, afirmó: “El problema es que el Mercosur todavía no está integrado, hay muchas diferencias entre los países que lo componen. El continente tiene que hablar con una única voz”, aseguró Sarkozy para luego hablar sobre la Argentina. Para él, el futuro del país está en “la apertura al mundo y a sus hermanos latinoamericanos. No tiene sentido levantar fronteras imaginarias”. “Es un país que tiene todo para crecer”, pero “¿qué le falta?'” se preguntó. En este orden, habló sobre la importancia de la competitividad por sobre la política monetaria. Al respecto, tanto Europa como otros lugares del mundo deben repensar el modelo económico en “todos los sentidos” Y, en un guiño hacia la política argentina, lanzó: “Es por esto que creo que el control de cambio no es la respuesta a todo”. La definición se ganó varios aplausos en el auditorio.

En otros de los temas delicados para el país, Sarkozy pasó agenda sobre la relación entre energía y progreso. Consultado sobre el potencial energético de Vaca Muerta, afirmó que ‘no hay crecimiento sin energía barata y abundante”. Polémico, agregó: “Los movimientos ecológicos ven al progreso como un problema, yo entiendo lo del medioambiente, pero no tener energía se pagará con desempleo y pobreza, y eso es un daño mayor”.

Luego, subrayó la importancia de las energías fósiles no convencionales en el continente americano, “que en unos años serán más importantes que las producidas en Medio Oriente”.

Finalmente, disparó enfático: “Es tiempo de que Argentina decida si en 40 años será una de las grandes potencias o desaparecerá del mapa. No hay que esperar para ganarse un lugar, hay que ir a buscarlo”.

El ex presidente francés vino a la Argentina con el patrocinio de RHUO, un grupo de capitales nacionales dedicado a brindar soluciones de RRHH y otros servicios. La compañía cobró notoriedad días atrás por la adquisición de la empresa de correo privado OCA, por un monto que fuentes del mercado estimaron en u$s 60 millones. Sus responsables tienen una fluida relación con Hugo y Pablo Moyano, aunque ellos la acotan al plano estrictamente “profesional”.

Fiel a un estilo combativo que caracterizó su gestión, el mandatario aprovechó la charla para analizar otros temas de índole internacional. Pasó revista por las maniobras de espionaje realizadas por EE.UU, lo que consideró como 'tiempo perdido y dinero tirado a la basura', ya que 'los secretos de Estado ya no existen, porque ya nada es secreto'. 'Pagar espías para espiarse entre amigos es patético, una locura', y sarcástico, agregó: “¿A quién le interesa lo que compra Ángela Merkel en el supermercado, o lo que habla con su marido?”.

También hubo un párrafo a parte para los periodistas por “no dejar hacer”. “A veces los medios critican continuamente y no se puede contentar a todo el mundo”, aseguró.

En este sentido, y como un artilugio de defensa para sus años de gestión, sentenció: “"Es más fácil ser presidente durante una crisis que luego de ella ya que en las crisis se pueden tomar decisiones porque la prioridad es el cambio. Cuando todo se acomoda es difícil hacer modificaciones sin que todos duden.”

 

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