EN LA REUNIÓN DE VIENA PREVALECIÓ LA POSICIÓN DE ARABIA SAUDITA

La OPEP decidió no recortar la producción de petróleo a pesar de la caída del precio

Los países árabes quieren ponerle un freno al avance del combustible de esquisto en EE.UU. Venezuela luchaba por mantener los u$s 100 por barril

La OPEP no se dejó influir por el desplome de los precios del petróleo crudo ni por el sobreabastecimiento del mercado y decidió no recortar su producción. "Conforme con el interés de devolver el equilibrio al mercado, la Conferencia de ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo decidió mantener el nivel de producción de 30 millones de barriles diarios", anunció el grupo petrolero al término de la reunión celebrada ayer en Viena.
Los doce ministros aseguraron que seguirán muy de cerca la evolución del mercado, aunque no se volverán a reunir hasta el 5 de junio del 2015.
En su comunicado final, la OPEP no realizó el habitual llamamiento a sus miembros a ajustarse al techo oficial de producción, que se estima está siendo ahora superado por entre 300.000 y 500.000 barriles diarios.
Los precios del petróleo Brent y Texas, de referencia en Europa y EE.UU., reaccionaron inmediatamente a esta decisión con una depreciación del 6,5%, acentuando el desplome de los últimos meses.
El barril de crudo cotiza ya desde hace varios días por debajo de los u$s 80 por barril, un 30% menos que hace cinco meses y el valor más bajo de los últimos cuatro años.
"Es una buena decisión porque se dará privilegio a las producciones que son comerciales", declaró el ministro de Petróleo de Ecuador, Pedro Merizalde-Pavón. El ministro sudamericano se refería así a la competencia que ha creado el petróleo de esquisto extraído principalmente por Estados Unidos gracias a las técnicas de fractura hidráulica, que se ha comido parte del mercado de los países OPEP.
"Estamos manteniendo la unidad de la OPEP y cualquier decisión se toma por unanimidad", aseguró el ministro ecuatoriano.
Antes de la reunión, varios países liderados por Venezuela habían insistido en la necesidad de cerrar el grifo para reducir el sobre abastecimiento y, por ende, calentar los precios hacia el objetivo de u$s 100 por barril.
Según los analistas, esta estrategia está dirigida por Arabia Saudí y pretende dejar el precio del barril a un nivel tan bajo que obligue a cerrar las explotaciones de gas de esquisto en Estados Unidos, rentables sólo a partir de los u$s 80.
En contraste, a los saudíes la extracción de un barril de crudo le cuesta menos de diez dólares, lo que, unido a sus enormes reservas petroleras y financieras, les permite aguantar más tiempo con un petróleo devaluado.
Esta decisión "parece estar impulsada por una visión de Arabia Saudí y de los países del Golfo de que la única forma de equilibrar el mercado es sacando el petróleo de esquisto del mercado", señaló Bill Farren Price, presidente de la consultora PPI, de Londres.
En cualquier caso, este experto cuestionó que esta política vaya a ser efectiva y advirtió de que puede acarrear pérdidas a los países petroleros.
Por su parte el ministro del Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, criticó duramente la estrategia energética de Estados Unidos.
"Están produciendo de una manera muy, muy mala. El petróleo de esquisto es un desastre desde el punto de vista del cambio climático", señaló el funcionario venezolano.
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