La agilidad le gana al software

Kanban, Scrum y Lean son las metodologías que ganan terreno. Por qué se diferencian de las tradicionales. Pros y contras. Las empresas que se suman a la tendencia.

Aunque los adelantos tecnológicos tienden a superar a las soluciones preexistentes, hay ciertas metodologías creadas en el pasado que continúan vigentes. Es el caso de Kanban, un término japonés que significa tarjetas visuales. Se trata de una técnica creada luego de la Segunda Guerra Mundial por la automotriz Toyota para controlar el avance de un trabajo en el contexto de la línea de producción. Entre sus características, permite mantener un ritmo estable de trabajo a través de una rápida identificación y resolución de los asuntos bloqueantes, al tiempo que hace visible el nivel de productividad de los profesionales y elimina los cuellos de botella.
Dentro de la industria del software, Kanban, junto con Scrum y Lean conforman las metodologías ágiles más utilizadas del mundo, según el estudio State of Agile Survey, en base a 6.042 casos, sondeados por VersionOne, firma estadounidense se dedica a ayudar a implementarlas. Las metodologías se llaman ágiles ya que permiten que una solución se vaya adaptando a las necesidades que van surgiendo a medida que el desarrollo se va llevando a cabo. Por eso, a diferencia de las tradicionales, no hay que esperar a que el proyecto esté terminado para comenzar a hacer los ajustes pertinentes. "Dada la velocidad con la que se mueven las diferentes industrias, el sistema tradicional de desarrollo de software resulta obsoleto en comparación a las metodologías ágiles, que permiten acelerar los tiempos del trabajo y los resultados. Además, como los usuarios van viendo la evolución del producto y lo prueban desde etapas incipientes, pueden hacerse modificaciones sobre la marcha. En definitiva, el trabajo se adapta perfectamente al contexto, y no a la inversa", indica Juan José D'Alessandro, gerente de Negocios de Softtek, compañía de servicios orientados a procesos de TI.
Un ejemplo concreto: la firma de seguros Zurich quería optimizar el trabajo que realizaba el Servicio de Mantenimiento y Mejora Correctiva. Incluso, los profesionales de esta área tenían dificultades para priorizar las tareas en forma eficiente y se generaban cuellos de botella. Por otro lado, deseaban contar con más métricas e indicadores para evaluar el desempeño del equipo. Adicionalmente, querían disminuir la rotación del personal y que se incremente la calidad del servicio.
Frente a este panorama decidieron implementar Kanban. Fernando Sanabria, gerente de Aplicaciones en Zurich Latam, quien lidera un equipo de 30 profesionales, explica: "Tomamos en cuenta que esta metodología se apoya en recursos visuales para poder ver la situación de cada tarea y su tiempo de duración. También sirve para establecer un número máximo de actividades que se pueden realizar en cada una de las fases con la premisa de no iniciar una tarea nueva hasta no finalizar la anterior. De esta manera, se logra que los profesionales se concentren en cerrar sus trabajos y que aumente la productividad".

Más productividad

Con respecto a la implementación, que llevó unos dos meses de trabajo y alrededor de 300 horas-hombre, se armaron dos tableros similares, uno en las oficinas de Zurich y otro en las de Softtek, que incluían tarjetas escritas a mano cuyos colores indican si la tarea a realizar es de mejora o de mantenimiento. "A los dos meses de su implementación, en Zurich -empresa que emplea a 800 personas en la Argentina e invierte más de u$s 2.000 millones en tecnológica anualmente a nivel global- comenzaron a notar una disminución de los tiempos muertos y de los cuellos de botella. Por otra parte, como no se cambió la metodología de trabajo habitual, sino que simplemente se apeló a un recurso gráfico para visualizar el proceso de trabajo, no se registraron rechazos ni barreras de adopción por parte de los profesionales involucrados", explica D'Alessandro.
Según comenta Sanabria, los profesionales del equipo admitieron sentirse más motivados y a gusto a partir del lanzamiento de Kanban. Para los expertos, este punto es fundamental, ya que dentro del área de mantenimiento de cualquier proyecto tecnológico las tasas de rotación de personal son elevadas.
Finalmente, el área de sistemas -integrado por especialistas de business intelligence, arquitectura de servicios, entornos web, herramientas de knowledge management (KM) y desarrollo- se tornó mucho más proactivo y productivo. "Al ser más productivos, se lograron llevar adelante mejoras, como la implementación de herramientas de KM, tableros de control y productividad accesibles vía web e incluso alguno change request de proyectos del área", concluye Sanabria.
D'Alessandro destaca: "Teniendo en cuenta que el 67% del presupuesto de TI de una empresa se destina al mantenimiento, es interesante como Kanban, al acelerar los proyectos y aumentar la productividad, logra optimizar el presupuesto asignado al mismo tiempo que motiva al equipo de trabajo".
En tanto, en Sancor Seguros utilizan Scrum hace unos cuatro años. Bajo esta metodología, un proyecto es ejecutado en períodos cortos (llamados iteraciones) que pueden ser de dos semanas o más. Cada vez que concluye una etapa, se interactúa con el usuario final para realizar los ajustes pertinentes. Por este motivo, se dice que se adopta una estrategia de desarrollo incremental, en vez de apelar a la planificación y posterior ejecución completa del desarrollo.
"Decidimos implementar Scrum porque estábamos desordenados para llevar adelante tareas vinculadas al mantenimiento del sistema y migraciones. No estaba bien organizado ni coordinado, por ende, no podíamos cumplir con los tiempos estipulados en la planificación. Desde que utilizamos esta metodología, trabajamos de una manera mucho más ordenada y podemos cumplir con los tiempos de entrega", dice Alejandro Boetto, líder del equipo de Desarrollo de Emisión de la compañía con sede en la provincia de Santa Fe.
Con respecto a su experiencia durante los primeros tiempos con Scrum, lo más complejo fue lograr que los usuarios finales se involucren en el proceso de desarrollo: "A partir de la adopción de Scrum, los usuarios tuvieron que involucrarse en el proceso, algo que nos les resultaba de su agrado, pero, con el paso del tiempo, aprendieron a valorarlo", explica.

No aptas para todo público

A pesar de las ventajas que ofrecen, para que la implementación de las metodologías ágiles resulte exitosa deben estar dadas ciertas condiciones: "La cultura de la compañía es fundamental, por eso hay organizaciones que aún prefieren las metodologías más antiguas", explica Marcelo Schenone, delivery director de GlobalLogic, firma que desarrolla software.
En este sentido, si bien Scrum, Lean y Kanban se utilizan desde hace unos 14 años dentro de la industria TI, aún hay resistencias cuando compañías de otros mercados requieren de desarrollos de software. Según Schenone, Banca & Finanzas, Gobierno y Salud son los sectores más reticentes: "En muchos casos, las metodologías ágiles son percibidas como caóticas, ya que no se utiliza la documentación para el traspaso de información. Además, los avances quedan a discreción del equipo de desarrollo y hay corporaciones a las que no les agrada depender tanto de la autonomía de los profesionales", dice, y añade: "Por este motivo, estamos trabajando fuertemente en evangelizar a aquellas firmas que tienen una cultura estructurada y que al pedir un proyecto prefieren estipular alcances, características, plazos de entrega y precio antes de iniciar el trabajo, ya que bajo las metodologías ágiles todo esto se va definiendo durante la ejecución del proyecto. Estamos hablando de la necesidad de un cambio cultural muy grande por parte del equipo de trabajo y de la dirección de la empresa".
Consultado acerca de las principales críticas de las personas que se oponen a su implementación, el ejecutivo de GlobalLogic explica: "Como no se hace foco en la documentación, para un avance fluido se requiere de la estabilidad de los profesionales. Este ítem es important ya que en la industria TI hay alta rotación", concluye.
Además, los expertos indican que no resultan ser muy valiosas para customizar soluciones que se venden empaquetadas.

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